Señora del aseo

Señora del aseoQue tal amigos cómo estan, quiero contarles que hace tiempo, al trabajo llegó una señora de 50 años a el área de aseo. Nada especial o muy buena: 1.50m morena y hasta cierto punto nada guapa pero si muy alegre y amiguera, casi de inmediato hicimos buena amistad a tal grado que me empezó a compartir sus anécdotas en cuanto al sexo. Apenas el pasado 28/12/19 acordamos que yo le ayudo con algunas cosas y ella en mi experiencia con mujeres mayores. Por la mañana nos vimos para tomar el Bus, para hacer el camino largo (para ir calentandonos en el camino) ya que nos fuimos a los asientos del fondo y aprovecho para empezar a tocar sus piernas, sus muslos e ir subiendo cada vez más.ella empezó a abrir sus piernas para facilitar el camino y dejarme tocar su vagina por encima de su tanga que ya se sentía muy caliente y húmeda. Ella por su parte comenzó a tocarme el pene por sobre el pantalón, del cual baje el zipper para que metiera su mano y pudiera jugar con mi verga cada vez más dura e impaciente. De vez en vez nos deteníamos ya que ocasional subía un pasajero y nos deteniamos, así hasta llegar a nuestro destino. Bajamos del Bus y caminamos un par de cuadras. Era de mañana (muy fría por cierto) llegamos al hotel, nos registramos, dieron las llaves y entramos; le pregunté que era lo que más le gustaba mientras comenzaba a desnudarla, ella un poco cohibida me dijo que su esposo nunca le quitaba la ropa, que ella tenía que estar desnuda y lista, solo llegaba le abría las piernas y la empezaba a coger sin importarle si lo disfrutaba o no. Al oír esto una mezcla de perversión y empatía cruzó por mi mente y le comenté que si me permite hacer algunas otras cosas... Para mí fortuna dijo que estaba hasta la madre de que su esposo no l importara su placer y quería saber que se siente un buen sexo. Dicho esto le quite la blusa y ante mi quedaron al descubierto un par de tetas enormes y morenas (algo caidas por el tamaño, el peso y la edad) pero muy apetecibles y con un pezón negro y del grosor de un meñique, al notar que le gustaba como jugaba con sus tetas comenzó un gemir excitante y su vagina cada vez más mojada, estuve un rato jugando, lamiendo, besando y hasta mordiendo sus tetas, fuí bajando sin despegar mi lengua por su pecho abdomen, pero al llegar al vientre me detuvo diciéndome que nunca le habían hecho oral, por lo que no sabía que hacer, a lo que respondí que ella solo se dejara llevar. Quite sus manos para continuar con su tanga y me encontre con una deliciosa,pequeña muy estrecha vagina (vagina de niña le llaman) y su clítoris apenas visible de lo pequeño que estaba. Comencé a pasar mi lengua por sus labios exteriores e interiores para saborear su excitación, lamiendo si clítoris le meto un dedo en su vagina y me doy cuenta que por lo pequeña se me dificulta un poco el meter dos, logro introducir el segundo dedo para acompañar el movimiento de mi lengua y dedos, ella con la vagina encharcada solo gemía se revolcaba y pedía que siguiera, comenzé a meter el meñique en su ano a lo qué no tardó mucho en explotar en un intenso y sonoro orgasmo. Diciendo qué la había hecho muy feliz, le comenté que apenas empezamos acomodando sus piernas en cada uno de mis brazos coloqué mi pene en la entrada de su pequeña vagina (antes me había puesto condón) al principio me costó trabajo y he de decir que no soy de un miembro descomunal más bien promedio, (18cm delgado) coloqué una almohada debajo de sus nalgas para levantarla y así pudiera entrar de mejor manera, al lograr meterla comencé con un vaivén algo lento ya que de verdad era muy estrecha, ella solo gemía y pedía más, que no parara llegando a otro violento orgasmo, mientras se recuperaba la coloque de perrito para así cogerla por detrás y así lograr una penetración más profunda.Esto le gustó aún más que los gemidos se volvieron gritos y ella comenzó a mover sus caderas hacia mi llegando a un nuevo orgasmo. Me quite el condón para que me la mamara y así darle algo de reposo, lo hacía de manera burda pero agradable. Mientras jugaba con sus tetas me arriesgo a pedir me deje hacerle la cola, para mí agrado dijo que si. Por lo que nuevamente le empiezo a hacer oral pero ahora metía un dedo y sucesivamente los demás bien lubricados para prepararla para que el dolor fuera el menor y así poder desvirgar ese culo estrecho, cuándo ya entraban mis dedos sin problemas la acosté boca abajo y abrí sus nalgas para poner más saliva en la entrada de ese culo y no me costó trabajo al poner la cabeza de mi pene logre meter la mitad de una, pero se quejó un poco y decidí quedarme quieto para que se acostumbra a tener mi verga dentro, empiezo a bombear y a tocar su clítoris, ella solo gritaba que le gustaba y que siguiera dándole cada vez más duro, no tardó mucho y se volvió a retorcer está vez en un más abundante orgasmo dejando las sábanas y sus piernas todas mojadas. Pero tuvimos que parar ahí porque comentó que se empezó a cansar y a sentir un poco rosada. Para esto la coloqué en misionero pero con mi verga de nuevo en su ano y así la cogí hasta que llene el condón con mi esperma ella al sentirme volvió a venirse quedando abrazados por un rato. Nos vestimos y salimos del hotel con la promesa de volver y hacer más cosas. En cuanto eso suceda lo comparto con ustedes.