Malditas zorras

Malditas zorrasUn día, de paseo por la calle con mi hija, me encontré casualmente con Ana en el centro. Nos hizo mucha ilusión vernos después de tanto tiempo y fuimos a tomar un café aprovechando que los peques se habían dormido. Charlamos largo y tendido, ya que no nos veíamos desde su embarazo, que fue algo complicado.*Cuando se levantó para ir al baño no pude evitar fijarme en esas piernas musculadas y al volver se lo dije.- Tienes unas piernas espectaculares tía ¡Qué envidia!- ¡Jajajaja! ¡Qué va! Eso es de tantos años de jugar a fútbol.Me explicó que había jugado hasta que fue a la universidad, pero con el niño y el trabajo ya no tenía tiempo de hacer nada.Nos intercambiamos los teléfonos y quedamos de ir escribiéndonos y viéndonos de vez en cuando.Pasaron unos días y decidí enviarle un mensaje ?Hola wapi! Q haces? Hace un coffee? Me tienes que presentar a tus gatos!!?¡Y al segundo me llamó!- Esta tarde el peque está con los yayos... He quedado con unos amigos para tomar algo, ¡vente!*- ¡Perfecto! Los míos hoy también los tengo colocados Jajaja- Me encantó esa efusividad por vernos.Total que quedamos para tomarnos unas cervezas por el centro.Llegué y estaba en una terraza con unos amigos, me los presentó y estuvimos de cháchara y bebiendo. Se hizo tarde y me dijo:-* Me voy para casa. ¿Te vienes un rato y así te presento a mis gatos?-* Ah, ¡vale!Fuimos a su casa, me presento a sus adorables gatos y nos tomamos otra cerveza. Ya íbamos un poco tocadas las dos, así que la conversación se puso interesante.Empezamos hablando de cómo cambia el sexo en la maternidad y acabamos hablando de nuestra época de solteras, le pregunté si alguna vez había estado con alguna de sus compañeras de fútbol y le entró la risa nerviosa. Ana se veía mucho más recatada que yo y se puso roja enseguida. La empecé a interrogar fruto de la curiosidad producida por esa risa nerviosa.*Al final me dijo q había estado a punto pero que nunca se había atrevido. Fue a beber y con los nervios se derramó media cerveza por encima, así que fue a cambiarse y apareció con un pijama corto de zombies dejando todas sus piernas al descubierto al tumbarse en el sofá. Viendo esa piel blanca y tersa, no pude evitar tocarle las piernas.- Nena que piernas más suaves y musculadas- Le dije acercándome a ella y acariciándoselas.Me miró, pero para nada las apartó. Al contrario, cerró los ojos para que la siguiera acariciando mientras subía desde sus pies hasta sus rodillas.Su cara de relax era más que evidente.... Así q decidí ir un poco más allá.Seguí subiendo la mano hasta sus ingles. Al principio se sobresaltó un poco, pero al ver que seguía tan tranquila masajeándola se relajó y abrió un poco más las piernas demostrando que le gustaba ese camino. Con ese pantaloncito ancho que no cubría ni sus muslos vi que no llevaba nada debajo y observé su coñito con el pelo muy corto y cuidado . Mis ganas se estaban disparando con ese juego y decidí ver hasta dónde podía llegar.- ¿No te has depilado nunca el chumi? Con estas piernas tan bien depiladas podrías estar toda suave y sensible.- ¿Tú lo haces?- Claro, queda tan sensible que tienes que probarlo al menos una vez.Su boca se entreabrió, mientras mi mano seguía moviéndose al interior del muslo y sus ojos se entornaban.- Me da miedo cortarme y vergüenza que lo haga otra persona pero ¿Me lo depilarías tú?*En dos segundos mi mente se lanzó decidida.-Venga, ¡vamos al baño!Me miró un poco flipada pero al ver mi cara de hablar en serio se levantó y se fue directa al baño, entró delante mío y se quitó el pantalón.-¿Cómo lo hacemos?- Y empezó a reírse nerviosa- Anda, entra en la ducha, te mojas, enjabonas y sales.Obedeció, mojándose lo justo con el mando de la ducha, enjabonándose la zona y secándose las piernas al salir. Se sentó en el borde del wc, con las piernas abiertas entregándome la cuchilla.- Perfecto, ¡allá voy!- Más risas de las dos y empecé a rasurarle el pubis, abriendo sus labios para no dejarme ni un solo pelo. Vi su vagina que cada vez estaba más empapada y empecé a excitarme, así que además de rasurar con cuidado iba acariciándola discretamente, sin que fuera muy evidente, rozando las zonas más sensibles y pellizcándola para apartarlas con mucho cariño y no cortarla.- ¡Lista!- ¿Ya? Que rápida.- Es la experiencia. Venga enjuágate bien a ver cómo quedó y pondremos crema para calmarte.Me lanzó una mirada un poco extraña, pero al segundo tenía una sonrisa picarona dibujada en su cara, lo que me dio a entender que quería seguir jugando. Se sacó la camiseta para darse una ducha, quedando totalmente desnuda delante mío. No pude evitar morderme el labio mirándola descaradamente al entrar en la ducha y le encantó? empezó a ducharse masajeando todo su cuerpo, dedicándose a sus pechos con esos pezones tan pequeños y rosados que parecía que querían esconderse, mirándome con cara traviesa. Así que decidí sentarme en el wc y observar el espectáculo que había decidido dedicarme. Estuvo un rato entretenida con su esponja y su cuerpo hasta que decidió cerrar el agua y salir diciendo:- ¡Ala bien limpita! ¿Me das un masaje con la crema?- ¡Por supuesto! ¿Dónde te quieres tumbar?- En la cama será más cómodo.- Ok, dame la crema y vamos.Me dio la crema, acabando de secarse el cuerpo con la toalla y salió del baño desnuda para ir haciendo el tonto, provocando, delante mío hasta su habitación.*Se tumbó en la cama bocabajo, me miró riéndose y colocó su cara entre sus manos.*Puse crema en mis manos y empecé a masajear su espalda, sus brazos, ella iba haciendo ruiditos de placer, así que decidí pasarme a sus piernas sin desestimar ese culo tan redondito y gracioso. Cuando la tenía bien untada le di un cachete en el culo y le dije:- Vamos, ¡date la vuelta putilla!- Oye, ¿cómo que putilla?- En un tono sarcástico mientras nos reíamos las dos.Empecé a ponerle crema por los brazos, la clavícula, el cuello? y mirando a sus tetas le pregunté:- ¿Puedo?Asintió tímidamente con mirada perversa.Así que le di un buen masaje a esas tetitas que me miraban puntiagudas, duras por ser deportista, esmerándome bien en la aureola y los pezones donde no pude evitar lanzarle un pellizco suave.*Me miró*con cara de deseo y me lancé a comerle la boca. Me recibió con ímpetu, metiendo su lengua caliente en mi boca y cogiéndome de la nuca al mismo tiempo. Lancé el bote de crema y una mano fue directa a sus tetas y la otra a su cuello, nos besamos con pasión, disfrutando de nuestras lenguas entrelazadas, nuestros labios, mordisquitos, tirones y miradas fogosas? La agarré del pelo para echarle la cabeza hacia atrás y empezar a besar su cuello blanco y apetecible, mientras con la otra mano recorría cada rincón de su cuerpo.Fui bajando por su clavícula, alternando mis labios con mi lengua y pequeños mordisquitos suaves. Noté como tiraba de mi vestido indicando que me lo quitara, así que me aparté y mirándola fijándome lancé el vestido por los aires, miró mi sujetador así que decidí hacerlo volar también? me saqué las botas y las medias quedándome solo con mis braguitas de blonda. Me miró y levantó la ceja, así que entendí que también debía quitármelas. Complemente desnuda me lancé a sus labios de nuevo, se abrazó a mí con brazos y piernas dejándome atrapada en su cuerpo. Esa ansia por sentirme hizo que me desatara del todo, me puse de rodillas entre sus piernas para verla bien mientras ella me miraba con la boca entreabierta y la respiración acelerada.*Me abalancé directa a sus tetas, a mamar, chupar y mordisquear esos pezones tan duros y excitados mientras con mis manos acariciaba su cuello, el otro pecho, sus piernas? hasta llegar a su clítoris, lo que hizo que lanzara un gritito ahogado. En su mirada había auténtico fuego que me hizo arder un poco más, bajé hasta su monte de venus para besarlo y que sintiera la sensibilidad después de la cuchilla, mientras mi mano continuaba jugando entre sus labios menores y mis dedos se iban mojando. Me fui directa con mis labios a ese clítoris rosado y duro, colocando mis manos bajo su culo. Empecé a lamer con la punta de la lengua, dándole pequeños rodeos a ese clítoris jugoso y empezó a respirar más fuerte? chupé sus labios, los sorbí, los mordisqueé, me dediqué a todo su coñito un buen rato? le follé la vagina con mi lengua para escucharla gemir de placer, notando que se había abierto una fuente de placer muy sabrosa y volví a su clítoris, a lamerlo y chuparlo, lo dejé entre mis labios para dedicarle unos lametones cortos y rápidos con mi lengua hasta que empezó a palpitar entera. Empezó a gemir siendo evidente el inicio de su orgasmo que se alargó mientras mis labios la tenían prisionera. Una vez empezaba a relajarse me fui directa a su vagina, para entrar bien a dentro con mi lengua y sentir su sabor al completo, estimularle esa zona y que no dejara de gemir.En ese momento escuchamos una voz detrás nuestro que nos sobresaltó.- ¡Malditas zorras que os lo montáis sin mí!Allí estaba su marido, con la cara desencajada en la puerta de la habitación con una buena tienda de campaña en sus pantalones. ¿Cuánto tiempo llevaba allí? ¿Cuándo habría llegado?Ana no sabía que su marido y yo éramos amantes desde hacía unos meses, y habíamos hablado alguna vez de montarnos un trio con otra chica, pero no creo que imaginara que sería su mujer.Ella le miró sobresaltada y yo le dije:*? Tranquila que yo lo arreglo?Me acerqué a Ciro y lo cogí de la mano para acercarlo a la cama y lo puse delante de ella?.- Vamos bésala, le acabas de joder el orgasmo y está muy sensible.Y así fue, se dieron un beso largo y apasionado, mientras yo le quitaba la chaqueta a Ciro por detrás, quien se siguió desnudando a toda prisa dejando a la vista su enorme polla mirando al cielo, de pie mirándonos a las dos desnudas sobre la cama, le cogí la nuca a Ana para darle un beso delante de él, ella se lanzó y empezó a tocarme?. Bajó a mis tetas para jugar con mis pezones más grandes que los suyos e igual de duros. Ciro al vernos no pudo evitarlo y se lanzó a mi coño directo a comerme, ella le miró y sonrió, así que se dedicó con esmero a mis tetas?y entre los dos tocando mis zonas más sensibles tuve mi primer orgasmo en la boca de Ciro, quien me miró y dijo:- ¡Por fin lo tengo!- con una sonrisa muy perversa.Ana, distraída en su afán de chuparme, ni se enteró de nuestro intercambio de información. En ese momento la cogí y la monté encima de mi cara para que viera a su marido follándome mientras me dedicaba a su coñito de nuevo, regalándole un orgasmo bien largo. Ciro al vernos empezó a follarme como sabe que me gusta? entrando de golpe hasta el fondo y sacándola muy despacio, una y otra vez hasta empezar a embestirme duro haciendo que mis gemidos fueran directos al coño de su mujer quien estaba rebosante de placer con el espectáculo que tenía delante y en 30 segundos la tenía otra vez corriéndose en mi cara, con mi lengua en su vagina follándola como hacia su marido conmigo. En ese momento llegó mi segundo orgasmo y el primero de Ciro viéndonos totalmente entregadas, con su coño en mi boca y mis manos agarrándole esos pezones bien fuerte haciéndola estallar de placer.