Una tarde en el hotel

Una tarde en el hotelEsto que les voy a contar pasó hace muchos años, yo recién me separaba de una relación muy larga y quería conocer gente nueva y divertirme. Conocí a un tipo que vivía en capital, él era bastante más grande que yo físicamente, alto, pelo largo y algo gordito, no mucho. Ya habiendo tenido encuentros previos, yo sabía que su pene era enorme, largo como mi antebrazo y grueso como mi muñeca, naturalmente esas penetraciones eran gloria pura, me rellenaba la conchita de manera que no me quedaba espacio por ningún lado y cuando la sacaba sentía la dilatación que me quedaba. Pero a nuestros encuentros les faltaba algo, lo que más me gusta: sexo anal. Éste muchacho decía que no me quería penetrar el ano por miedo a hacerme daño, pero después de tanta insistencia, no pudo negarse. Una tarde decidimos ir a un hotel en Capital Federal, el hotel era una casa vieja, con luces de colores y un caño para hacer pool dance. Bailé en ropa interior un rato y a Fernando (ese era el nombre de mi acompañante) ya se le empezó a notar la erección, bailé rozando mi culo en su cara, ya sabía lo que vendría luego. Me paré agarrando el caño y sacando cola, él empezó a manosearmela, de pronto me sostuvo con sus manos, me corrió el hilo de la bombachita y empezó a lamer mi ano, me lo lamia y lo chupaba casi con desesperación, empezó a meterme los dedos, yo lo disfrutaba, él tenía dedos muy gruesos y me los metía despacito por la cola. Luego de un rato, me dijo que le gustaría dilatar tanto mi amo, que cuando escupiera, su saliva entrase de una adentro de mi recto. Dicho esto, me levantó en brazos y me llevó a la cama, me puso lubricante en la cola y empezó a meterme un consolador, yo estaba acostumbrada a meterme ese consolador en la cola así que no necesité mucha preparación previa. Me metió el consolador por un rato largo, cuando me sacó el consolador, me empezó a meter los dedos, un dedo en el ano y el otro en la conchita, estaba super exitada y me sentía muy puta. Me sacó los dedos, me abrió la cola con ambas manos y me dijo "Que rico culo que tenés, como te dejas, puta". Acto seguido me penetró con su lengua, fue la primera vez que sentí esa sensación de tener la lengua de alguien en el recto, fue muy excitante. Me chupó la cola un rato más, cuando se sacó bien las ganas, me dijo "si entra la escupida, te cojo, si no, te abro hasta que entre, como sea la vas a re gozar, puta". Me separó bien las nalgas y me escupió directo en el ano, la saliva entró de una sin problemas, él se sentó en la cama, me puso lubricante en la cola y un poco dentro del recto, se puso lubricante en la enorme verga erecta que tenía y me sentó en su pene, no puedo explicar el placer que me generó terrible pija en la cola, era tan gruesa que entró hasta cierto punto porque mi cuerpo no está preparado para tanto, mi estructura osea impedía la entrada completa, pero igua lo disfruté, él me movía como quería y yo lo sentía con una felicidad tremenda, después de un rato de esa forma, tuve un orgasmo muy intenso, se ve que esto lo calentó bastante porque me sacudió enérgicamente hasta que acabó en elinterior de mi culo. Descansamos un poco y nos fuimos a bañar, mientras nos bañamos, me metía el dedo en el ano sólo para mostrarme que estaba muy dilatado y me dijo "nunca nadie se bancó que le haga el orto, sos una golosa".